lunes, 18 de noviembre de 2013

Dia de caza menor - Lluvia, viento, barro, frio...

Buenas,

ayer fue una de esas jornadas de caza menor de las de "aventura"...  Quedamos a las 09.00 de la mañana en nuestra zona de caza en el coto.  El termómetro marcaba 4,5 con la estrella de nieve, algo de viento, lluvia bastante constante y barro y más barro.

Comenzamos desplegándonos a una distancia de unos 30 metros los unos de los otros.  Los perros adelantados.  La zona a cazar, una ladera de una sierra con muchísima maleza y varios barrancos, con riachuelos en sus "mini" valles.

Nada más arrancar, saltó un zorzal del que abatí de un disparo.  Pena que no pudimos encontrarlo debido a la maleza.

Después de unos 20 minutos andando, comenzaron a salir las perdices, con su "mítico" aleteo rápido.  Fallamos varios disparos, pero a la tercera, vi las plumas en el aire, la perdiz comenzó a planear.  Desencaré el arma y cual fue mi sorpresa al ver que después de unos metros de vuelo hacia abajo, comenzaba a aletear de nuevo!  Estas perdices salvajes parece que llevan chaleco antibalas!  Disparaba con 34 gramos y 6ª!.

Varios barrancos después, con su barro, sus zarzas, teniendo que pasar por los "pasos" fabricados por los jabalíes (pasando en cuclillas, o directamente "reptando"), las perdices cada vez nos salían más largas.  Aquello parecía el chiste famoso de "o mato esta perdiz o la echo de España!".

Al final, la percha se saldó con dos zorzales por mi parte, dos perdices por otro compañero, y los otros dos, uno un zorzal y el otro una perdiz que no encontramos.  Gran mojada, gran esfuerzo físico, arañazos, articulaciones doloridas, arma hundida de agua y barro, perros cansados...  Un gran día para el recuerdo!

La limpieza del arma es clave, desmontarla completamente, secar todas las partes, limpiarlas a conciencia (si es necesario con estropajo, agua y jabón!), secar de nuevo, aceite y secar restos.


Para muestra, usé la navaja para quitar maleza en algún paso difícil, horas después, estaba así! (Opinel de 12, maravillosa compañera!)


lunes, 11 de noviembre de 2013

De monteria en el Alto Tajo

Buenas,

este fin de semana fui de montera al Alto Tajo, en la zona de Checa.  Fuimos 5 amigos (2 de ellos de acompañantes, y los otros dos, los "sospechosos" habituales, David e Ignacio).  El pueblo está a unos 1500 metros de altitud y aunque no parecía que fuera a ser un día frio, la verdad es que con el viento, se te helaban hasta los pensamientos.

Ritual habitual, saludar a los compañeros de ese coto, que son gente muy simpática e inscribirse.  Poco después, sorteo de puestos, me toca el 16! que es uno de los cierres (aunque como solo había 23 puestos, solo había dos puestos de traviesa).
Desayuno como mandan los cánones (migas con huevo!) y formamos las armadas.  Los primeros en apearnos, Jesus (mi acompañante, que era su primera montería) y yo.

Puesto bonito, en medio de un pinar bastante cerrado, pero en una cima pequeña de rocas, con pinta de haber sido hogar de algún zorro.  Lo dicho, mucho pino, con visibilidad bastante reducida.  Lo primero, dejar los trastos y cargar el rifle.  Reconocer el terreno y "ver" el tiradero.



Si pasan por la pequeña vereda que tenemos a 40-50 metros, será un tiro rápido, pero bonito, si las reses pasan a lo lejos, será un tiro de mucho "mimo" y con elemento de suerte.

Pasa la primera hora sin movimiento aparte de unos 20-30 herrerillos que vienen a "darnos la bienvenida" al puesto.  Escuchamos alguna rama, pero no vemos nada y guardamos silencio casi absoluto.

La segunda hora comienza con ladridos en la distancia, acercándose a buen ritmo, aunque no oímos a los rehaleros.  
Veo movimiento a mi derecha, a unos 300 metros, me levanto rifle en mano y trato de identificar las reses.  Pueden ser dos ciervas o dos gamas, en carrera.  Me encaro el rifle, es un  tiro muy largo, pero meto a una en la cruz (4x en el visor) y efectuó un disparo, nada! siguen en carrera.  Rápidamente cerrojo con los dos ojos puestos en las reses, ciervas, no hay puntas asomando.  Sigo con el rifle encarado, pero los dos ojos abiertos a una de ellas, pasa en perpendicular a nosotros, 170-180 metros, la tengo.  La sigo unos metros, pero con los pinos es casi imposible (en la foto de arriba, estarían viniendo de derecha a izquierda) poder decidirse.  En decisión de milisegundos decido adelantar hasta una zona donde tenga "ventana" y esperarla con la cruz.  Pasa y disparo!  No la veo ni la oigo caer.  Está muy cerrado.  
Jesus y yo, solo vemos escapar a una pero no oímos nada.

Siguen dos horas de espera silenciosa, oyendo alguna rama (que debía ser el viento) y oímos varios disparos.  Un agarre a un cochino y algún tiro relativamente cerca de los compañeros de armada.
Vuelven los perros y los rehaleros.  Pasan por donde la cierva.  El rehalero, Carlos, buen amigo, me avisa, Joaquín, aquí hay una cierva grande!
Ilusión! por el acierto.  Poco después pasan dos ciervas en el sentido opuesto a las de antes, a la carrera, completamente imposibles.  Y lo que me parece un corzo por los saltos.  Lo encaro pero no soy capaz de verle la cabeza o el culo.  Y repito en voz alta dos veces, es un corzo, no lo puedo tirar, no lo veo claro.  Nunca sabré si era corzo o un gamo macho no muy grande, pero me alegro.  Se trata de no tirar si uno no está seguro.  

Terminada la monteria y recogidos por el postor, vamos a ver la cierva.  Tiro largo largo y difícil.  La cierva esta bien pegada y cayó a plomo.  Tiro alto en la columna, sin salida (300 winchester magnum).

Mi "vecino" ha abatido un gamo precioso de un tiro perfecto y en su sitio.  El posto en el puesto mas alto, un ciervo de 10 puntas y dos ciervas.

Comida, anecdotas, risas, buen ambiente.  Poco mas se puede decir.

Buen dia de caza
  



martes, 5 de noviembre de 2013

Caza de Jabalí - Cuanto Adelantar el Tiro

Hoy me ha llegado esta imagen de un buen amigo que a su vez la ha visto en twitter.  No conozco la procedencia original porque como sabeis, la citaría, como hago siempre.

Pero me parece francamente acertada: