lunes, 9 de diciembre de 2013

Peligro en Monteria - Insensatos armados

Buenas,

este viernes pasado fui de Montería a la zona del Alto Tajo.  Lugar precioso, gente amable, buenos cazadores y compañeros y un frio de los de catarro asegurado. 

Hoy quería alertar y poner un ejemplo vivido en carnes propias de lo que no se debe hacer jamás en una montería.  Mira que te lo dicen una y otra vez, mira que estará escrito en mil panfletos, mira que es conocimiento popular, pero luego te encuentras con estas situaciones...

Una vez hecho el sorteo y formadas las armadas, me junto con mi vecino de puesto (acompañado por su mujer) y vamos juntos en mi coche, siguiendo al postor a nuestros puestos.

Dejamos el coche y emprendemos la subida a nuestros puestos, el postor, como mandan los cánones, va indicando a cada montero su puesto, de donde vendrán las reses, su área de disparo, donde están los otros monteros y nos va ubicando a cada cazador. 

Hacia las 11.30, estamos todos colocados, y hasta ese momento, todo normal y "de acuerdo al manual".  Nos saludamos para tenernos ubicados y comienza la jornada.  La armada está ubicada en una zona de traviesa en medio de la mancha (mancha amplia) y la armada está ubicada casi en una línea perfecta, de manera que podemos tirar en cualquier sentido salvo en la dirección de los puestos vecinos.

Hacia las 12.30, empieza a verse movimiento con las ladras de los perros a lo lejos.  Lo normal es asumir una circunferencia de unos 10 metros de radio alrededor de la marca del puesto, y movernos en ese área.  Observo a mis vecinos y el de más arriba, no se ha movido prácticamente, pero observo con sorpresa, luego cabreo y después "terror" como mi vecino de puesto, se ha adelantado casi 50 metros de su puesto.  Su mujer permanece en el puesto original.  Le oigo disparar al pasar una cierva, un disparo.  A los pocos segundos, otro disparo, observo para ver dónde está y ya no lo veo... un tercer disparo...  veo con horror como la mujer comienza a andar en la dirección en la que había visto al "cazador"... y continua andando adentrándose en la mancha (ella vestida de verde y sin distintivos naranjas)... un cuarto disparo.  No los veo, a los pocos segundos aparecen tras verlos subir un barranco....

El caso, es que a este "compañero" le veo adelantar finalmente su puesto unos 100 metros de su puesto original, ya que se ve que tenía mejor tiradero (tócate las narices!).

Después de un cabreo monumental, decido tener la máxima precaución y sacar todos los distintivos naranjas que llevo en el macuto para señalar mi ubicación (para mí que salgo en la foto del meteosat) y obviar completamente la mitad de mi tiradero, ya que me resulta aterrador encarar mi arma en la dirección donde se ha adelantado el otro "pseudo montero".

Casi al final de la jornada, me entra una cierva joven, pequeña, aun torpe... la tengo perfectamente encarada y en la X del visor, pero decido dejarla pasar, pensando, ya crecerás y nos veremos en ese momento, pero no es hoy, no pequeña...  Mi pasión es la caza, no el matar por matar.  Es entonces cuando oigo PUMM justo debajo mío... el gran cazador ha abatido a la jovencísima cierva...  Mi cabreo ya se junta con amargura por ver lo cerca que tengo a uno de esos idiotas que nos hacen parecer a todos los amantes de la naturaleza y la caza, asesinos sin corazón.

Al llegar mi postor, le relato lo acontecido y pone cara de póker.  Bajamos al puesto y educadamente y con una medio sonrisa, le expongo al "cazador" que no se debe salir del puesto salvo en caso de riesgo para otro cazador, propio o de los perros.  Que no se adelanta el puesto porque aquí tengo mejores vistas, me da el sol, o no me da el viento.  Que no se remata de un disparo a una cierva...
El caso, el "cazador" se adentra a ver sus piezas y me informa que una de las ciervas era enorme, que ha necesitado dispararle hasta cuatro veces (a unos 30 metros el primer disparo)....

Al llegar al punto de encuentro, informo a los miembros de la junta de los hechos y espero tomen medidas oportunas.

Esta gente se juega la vida, estropea los días de caza de los demás demostrando ignorancia y egoísmo y dan un mal nombre y pésima reputación a los amantes del campo, la naturaleza y la caza.

Una pena.  Sabía que había gente así, pero no lo había visto en primera persona.  

2 comentarios:

  1. La gente no parece ser consciente del peligro que suponen las municiones de un rifle y del enorme cuidado que hay que tener con su manejo respecto de los demás y de si mismo.

    ¡Que tengas mejor suerte en la próxima!!

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    1. Me da mucha rabia encontrarme escopeteros insensatos que se juegan la vida y te fastidian un dia agradable... y matan por matar...
      Un abrazo Antonio!

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