Buenas,
hace unos dias tuve la enorme suerte de compartir con mi eterno compañero de caza, una mañana estupenda de caza de paloma en Toledo.
En el coche a las 06.10 de la mañana, cielo iluminado por la luna y alguna nube algodonada.
A las 7 en el punto de encuentro con Pedro, un singular guarda de finca, amable y sincero.
Nos colocamos a 7.15 con las primeras claridades del dia. Estamos cerca del pueblo, se oyen las perdices en las siembras y a las palomas despertandose en las palomas. Apunta a que tenemos en unos arboles de enfrente una poblacion grande de palomas.
A Lo lejos, se ven las siluetas de dos preciosas perdices!
No se mueve nada... pasan los minutos, cada vez se oyen mas las perdices. Se decide una torcaz y pasa en la zona de disparo de Ignacio... disparo! Inmediatamente se desata el "armaguedon palomero" Cientos de palomas salen de sus escondites, y empiezan un vuelo alocado. En minutos, caen varias cajas de cartuchos! Torcaces, alguna turca, zuritas, alguna tortola.... No doy para cargar la escopeta.... El flujo se para brevemente, pero es incesante.
A las 08.20, levantamos el campamento, con unas 16 cobradas y varias cajas vacias... y sensación de mas aciertos aunque han caido en un cauce sucio de un rio y no hay manera ni de ver, ni de cobra...
Nos dirigimos a otra zona, siembras a los lados, y unas chaparras bastante grandes en el medio y a lo lejos un precioso castillo abandonado.
Vemos revoloteo a lo lejos. Pedro, el guarda, una vez colocados, mueve su coche cerca de las siembras y se levanta el mayor bando de palomas que he visto en mi vida. Muchos cientos, y me atreveria a decir que mas de un millar de palomas se levanta, gira, voltea, vuelve, se mueve.... Nos ven y nos esquivan... Pero podemos abatir unas cuantas.
Resumen, mas de medio cajon en dos horas escasas... Sonrisa de oreja a oreja y a casa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.