Dicho esto, quizás el fallo más frecuente, aunque poco habitual, y ante el que hay que actuar con precaución sea cuando una vez disparado el gatillo, no se produce el disparo. Se trata de una situación primero desconcertante, y segundo, potencialmente peligrosa.
Cartucho percutido en dos ocasiones sin que se produzca el disparo (problema de fabricación en el pistón) |
Antiguamente este tipo de problemas se producían principalmente o por fallo en el fulminante o por humedad en la pólvora. Habitualmente hoy estos fallos pueden tener estos orígenes:
- Aguja percutora rota. Mas frecuente en escopetas o rifles express paralelos o superpuestos . La reparación suele variar en función del modelo de arma pero puede rondar entre los 50 a los 150 euros la reparación.
- Cartucho mal "percutido". La aguja no golpea con la fuerza necesaria o la profundidad suficiente para "encender" el fulminante del pistón. Esto puede deberse a:
- Muelle de la aguja percutora debilitado (específico en algunos modelos de escopeta solamente y quizás rifles monotiro antiguos).
- Pistón levemente hundido. Se trata de un defecto de fabricación en el cartucho en el que el pistón está 0,5mm hundido y la aguja no llega con suficiente profundidad. Me ha pasado con un cajón concreto de cartuchos "fiocchi" y solo con una de mis escopetas (que quizás tiene las agujas algo cortas).
- Fallo en el pistón o en el fulminante. Solo me ha pasado en una ocasión específica con 3 cartuchos de una misma caja de munición Decathlon. Una vez disparados "muchos", solo me ha pasado con una caja específica y con 3 cartuchos.
- Aguja sucia, ha quedado "retenida" y con presión. El escenario mas peligroso ya que se puede "liberar" en cualquier momento y producirse el disparo de manera inesperada.
- Esperar unos segundos. No pasa nada por esperar unos segundos... no hay lance que merezca arriesgar la seguridad. Esperaremos 5-10 segundos con el cañón apuntando a una zona segura y aferrando el arma con fuerza en posición de disparo.
- Accionaremos el seguro y retiraremos el dedo del gatillo.
- Pasado unos segundos, abriremos el cerrojo, mecanismo de apertura del arma, alejando nuestra cara de la zona de apertura/salida del casquillo/cartucho. Lo haremos lentamente, sin brusquedades ni golpes.
- Extraeremos el cartucho con cuidado y lo apoyaremos a una distancia de nuestra postura. Lo primero es ver si el pistón está percutido o no. Si no lo está, el problema está en el arma y debemos ver si es una rotura de aguja o suciedad (más peligroso). Si lo está, es un fallo en la munición.
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