Buenas,
esta sábado tenía el primer gancho de la
temporada. Para aquellos que no han ido nunca de montería o gancho, os
hago un mini relato de el "ritual".
El punto de reunión era el bar del pueblo
de 08.30 a 09.00. Llegamos allí casi los primero mi amigo Ignacio y yo.
Tomamos un café con leche y hablamos con algún lugareño (que tenía
francas ganas de hablar!). A las 09.00 comenzaron a llegar el resto de cazadores
que luego compondrían las armadas (aunque esto era un gancho. Un gancho
normalmente es hasta 20 puestos, más grande de eso, se denomina Montería).
Nos saludamos y charlamos, pues en muchos
casos, no nos veíamos desde Febrero.
Una vez sentado en su mesa el Capitán de
la Montería, lo primero, confirmar asistencia y presencia. Los no
miembros, se dan de alta para ser incluidos. A eso de las 10.00, se
inicia el sorteo (en este caso eran papelitos doblados con el número de puesto,
la zona y el postor). Se va llamando en orden de llegada y recoges tu
papel y sabes dónde te ha tocado, lo siguiente, localizar a tu postor.
Acto seguido vienen los comentarios de "que buen puesto!" o
"uff, ahí, complicado", o los que te cuentan de donde te pueden
entrar los animales, o los que te cuentan lo que se ha matado en ese puesto.
La verdad es que estas conversaciones son siempre agradables y forman
parte del rito.
Para las 10.40, estábamos ya las armadas
(grupo de cazadores que luego se asentaran en líneas de tiro) en marcha y de
camino hacia nuestros puestos. A mí me tocó un sitio precioso, la zona se
llama "La Vega" y es un puesto en unos trigales, con un riachuelo en
frente y una ladera relativamente sucia con pocos árboles, perfecto para lances
de tiro medio (150 mts) en carrera y perseguido por los perros. Con el
sol de cara, los 4º iniciales, pronto se transformaron en 18º y la sensación de
frio despareció rápidamente, hasta el punto de tener que ir quitándome ropa
hasta terminar en mangas de camisa.
A los 20 minutos de estar
"puesto" y acomodado, empecé a ver como se soltaban los perros,
primera de la temporada, salieron muy enérgicos y "ladrándose" el
monte. Poco después los vi subir un repecho a unos 400 metros, y les vi
que sus fuerzas no iban a ser eternas. Al poco, oí una ladra bastante
fuerte y movimiento de perros en carrera y pensé, viene el lance! Las
pulsaciones se aceleran, te levantas del banco, tratas de ver entre la maleza,
se agudizan todos los sentidos, aferras el rifle con fuerza, preparado para el
encare, la persecución con el visor y el disparo... Pero eran 3 corzas (que
esas si estaban bien entrenadas) y la verdad es que volvieron locos a los
perros que en su carrera frenética monte arriba y monte abajo, se iban dejando
poco a poco las fuerzas...
Pasaban los minutos y no se apreciaba
movimiento, otro que las esquivas palomas de hace unas semanas, algún zorzal y
varios buitres levantados por las ladras de los perros. Tiempo para un
mini almuerzo, comido a una mano, porque con la otra, aferraba el rifle, no
vaya a aplicar la ley de Murphy en la caza también y en ese momento "salte
el guarro"!
Hacia las 11.30 escuché claramente 8
disparos, 3, 2, 3... pensé, hay quien ha hecho ya sangre hoy. A lo lejos
se oía algún tiro, pero podía ser otra mancha. A eso de las 12.30, de
pronto oigo un disparo cerca, del puesto de al lado. Como un resorte, me
levanto para ver... Otro disparo.... pero no veo donde tira ni a qué... Un
tercer disparo, este sí, veo a media ladera... pero no veo movimiento...
Debe ser un zorro (confirmado que era Zorro después, pero el
"maese" se escapó).
A las 13.30, veo volver a los perros,
sueltos, de uno en uno, o en grúpulos de 3, lengua fuera, sin ladrar... y poco
después, vienen los perreros, con sus gritos alargados y sonoros. Pasan
cerca mío, y charlo con ellos. Nada! No hay nada, solo corzas. Las
bellotas están sin comer y hemos visto huellas, pero de hace días. No
hemos visto nada, y los perros están rotos por las persecuciones a las
corzas...
A las 14.00 veo acercarse a lo lejos al
postor, que viene con otros dos cazadores, sonrientes, pero cabeza gacha...
Descargo el arma y recojo los "trastos" (asegurándome de dejar
todo como lo encontré y sin restos de ninguna clase!).
Efectivamente, al llegar a mi puesto me
confirman que no han visto nada. Cuando llegamos al pueblo, la conversación
es igual, todos ha oído los mismos tiros que yo, pero nadie ha visto guarros.
Según van llegando las armadas más alejadas, nos confirman que han visto
8 guarros, 1 de ellos, un macareno en toda regla, grande, con buena boca.
Ese es que ha visto pasar cerca las 8 balas.
Al llegar mi amigo Ignacio, me confirma
que él no ha visto nada. Pero su compañero del puesto vecino le
"acusa" de no haber visto a uno bastante grande... Típico...
Tremendamente típico. Acto seguido comida con chuletillas de
cordero con las "broncas" típicas y las risas de siempre.
Decepcionante porque nadie mató nada, y
casi no se vio caza. Pero siempre es agradable y bonito un día de caza,
aunque volviésemos en el coche camino a casa pensando en la próxima!
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