La importancia de que la escopeta te quede bien - A veces como te quede el arco, es tan importante como el indio!

Si es que lo dicen en muchos, foros, revistas, lo dicen los armeros, los aficionados a las armas... y lo digo yo!  Pero hasta que no lo ves en un caso práctico, no te das cuenta, de lo importante que es que la escopeta te quede bien.

Lo primero:  qué significa que te quede bien la escopeta?

Pues básicamente que al encararla de forma rápida estés ya en perfecta alineación para realizar el disparo.  Es decir que al encararla, no tengas que andar "buscando" la banda ni forzando la cara, ni mucho menos sacándola.  De lo que se trata es primero localizar el arma que te va, luego que un armero y que sepa de armas y de "disparar" (no sólo de vender) te vea y te la ajuste si es necesario, alargar un poco, rebajar, levantar, etc....

En mi caso, por mi envergadura, suelo necesitar de 5 a 8 cms más de culata sobre las estándar.  Pero la realidad, es que con casi todas, me termino haciendo a los pocos disparos.

Pero este domingo, me fui a Somontes a tirar unos platos con mis amigos Ignacio y Eduardo, y llevaba mis dos Berettas (la A391 Ulrika semiautomática y mi S58 superpuesta).  Últimamente, tiro mucho más con la semiautomática que con ninguna otra.  Pero por cosas del destino, a mi amigo Ignacio se le rompió la teja de su escopeta, y le deje mi semiautomática.

Pues resulta que la veterana (pero siempre maravillosa) S58, me dio unos resultados espectaculares.  Jose, que es quien lanza los platos en el Ojeo, apretó la máquina y los platos parecían misiles.  Y en estos casos, que se llama al plato con la guardia baja, es donde un encare rápido es fundamental.  Pues, tengo que decir que me quede muy sorprendido, 25 de 25, y casi todos, del primer disparo.  La escopeta parecía una extensión de mi brazo y ojo, no tenía ni que apuntar, era encarar y disparar, con los dos ojos abiertos.

Luego tiramos unos pichones y la verdad es que la S58 los desplumaba con autoridad, con unos resultados fenomenales, 12 de 14.  Y recordemos que el pichón es siempre esquivo, inteligente, hábil y rápido.

El caso, reconciliación con la estupenda S58 que volverá a acompañarme en mis días de plato y pichón.