En esa noche negra, el taimado colmilludo me la supo jugar haciendo honores a su fama. Se rascó a pocos metros de mi, amparado por la espesura del monte bajo, le oí "bufar" y tratar de cogerme el aire durante unos largos minutos... supo esperar y aguantar e incluso terminó gruñendo a notar algo distinto en esa noche templada de Junio...
Hoy voy a tratar de encontrarte. Voy a tratar de que no me huelas ni me oigas y salgas al abierto... Espero que tu cumplas y que yo temple y haré lo posible por ser certero, rápido y letal.
Hoy tenemos una cita mi querido "adversario intimo".
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