Marzo, Abril y Mayo son meses "muertos" en la caza... solo se salva la temporada corcera y las esperas que ya están en marcha.
He pasado unos meses de tiro al plato en mi club habitual, Somontes. He "liado" a dos nuevos "reclutas", concretamente uno de ellos, además de amigo, vecino, me ha impresionado por sus dotes naturales: segundo día, 20 platos de 25 en modalidad de ojeo (de los sencillitos, pero 20!). Se podría decir que el tiro corre por sus venas y segurísimo llegará a ser un gran tirador. El otro "liado" es Gonzalo, gran amigo, malagueño de pocas palabras pero verdaderas como puños. Hombre de acciones y lo demuestra cuando se encara a los platos, de frente, "enjaretado" y de tiros largos con solidez. Tiene pedigrí de gran tirador por parte de padre y no decepciona. Ambos son un lujo como compañeros de tiro.
También he visitado el campo de tiro para afinar el rifle, y aun me queda una ultima visita con la munición definitiva para las esperas.
El resto del tiempo, como siempre, leyendo, viendo material, investigando y charlando con amigos en Twitter, via email y los de siempre que forman mi "escuadra de caza", Ignacio, Pablo, Miguel...
Estoy preparando varias entradas, pero como siempre, cada una de mis estradas se basan en experiencia y sentimiento de primera mano, no valen historias de otros, lances ajenos (aunque sean geniales) o planchados de otros artículos.
Este año no me he acercado a por los "duendes del bosque" por varias razones. Aunque es algo que me apasiona, este año, de momento, no se han dado las circunstancias.
Tengo en agenda unas esperas a jabalí, descastes de conejos, unas palomas en un coto que promete maravillas en la media veda y un rececho a un gamo que se me escapó el año pasado a la vuelta del verano.
Prometo entradas vividas y emocionantes cargadas de detalles interesantes y de sensaciones. No abandono mi escritura, pero es importante contar cosas solo cuando son verdaderas y merecen ser contadas.