lunes, 2 de junio de 2014

El sentimiento de la caza... la pasión... eso que solo los cazadores sentimos

Buenas,
este sábado coincidí en una comunión con un buen amigo y gran cazador: Sevillano, simpático, cariñoso, excelente tirador, conocedor de los animales, respetuoso y amante del campo, y seguramente, el tío más elegante que podrás ver en cualquier montería!!, Marcelo.
Como casi siempre entre cazadores, hablamos de nuestra pasión un buen rato.  Y aunque me resulta sorprendente, no había escrito nunca sobre esto, y es sobre la pasión en la caza.
Cada uno siente la caza a su manera, pero resulta que cuantas mas veces hablo con cazadores, mas coincido en algunos síntomas...    Lee con atención, quizás estés ya "infectado"...


  • Cuando te encuentras con otro cazador, desconectas del mundo y hablas de caza, de armas, de perros, de cotos.... Y si alguien no es cazador, te transformas en una especie de Miguel Delibes y tratas de transmitirle, aunque no te quiera escuchar, todo lo que para ti significa la caza y le explicas las distintas modalidades...
  • Ausencia de sueño la víspera de la jornada de caza.... algunos incluso suelen padecer acidez estomacal la vispera.... y se despiertan antes de suene la alarma.
  • Verificación del equipo como si se tratase del "check control" de un cohete camino a la luna...
  • Alegría incontenible al encontrarse con viejos amigos en la mañana de autos...
  • Nervios y hormigueo en el sorteo...
  • Aceleración del pulso al oír la ladra de las rehalas... pálpitos incontrolados al notar movimiento en las retamas...
  • Ir por una carretera secundaria e ir mirando a los dos lados tratando de localizar corzos, palomas, perdices o lo que sea...
  • Temblor en las manos justo después del lance... Es curioso, como parece que ni nos movemos durante el lance, y segundos después viene la descarga, cual latigazo, de adrenalina, el pulso se acelera, tiemblan las manos, casi jadeamos, y a veces, aun en el frio más intenso, parece que se nos perla la frente de sudor.  Decía el gran Marcelo, con toda la razón del mundo, que eso es la pasión por la caza.  Si un día después de un lance intenso, no lo sientes, quizás has perdido esa pasión.


Es muy difícil de explicar, y seguramente solo me van a entender los que lo hayan experimentado en varias ocasiones.  Es algo que se siente o no.  Como la pasión por la caza, se siente o no... la tienes o no.



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