El pasado lunes 23 de febrero tuvo lugar la apertura de sobres/pujas para la subasta de armas de la intervención de Tres Cantos en Madrid. Por lo general, esta es una de las subastas que cuentan con un mayor número de armas, por lo que es una visita casi obligada para los amantes de estos “hierros”.
Como siempre, antes de la apertura de los sobres, la comandancia concedió 5 días previos a la subasta para poder observar los lotes. En mi caso particular, me acerqué a la intervención de Tres Cantos el pasado jueves 19 para echar un vistazo. Temprano, como siempre, para evitar aglomeraciones y poder detenerme ante alguna pieza interesante.
Había unas 700 armas, dividas en aproximadamente 50 rifles/carabinas, 200 armas cortas, y el resto escopetas: semiautomáticas, yuxtapuestas y superpuestas.
Destacar dos temas recurrentes en este tipo subastas:
– La mejorable: las armas están apiladas, lo que dificulta un examen más o menos detenido, y seguramente acaba por machacar las maderas y pavonados de las armas. En fin, una pena, pues todas merecen un trato razonable, y algunas son verdaderas joyas…
– La positiva: La amabilidad de los Guardias Civiles presentes en la subasta, siempre dispuestos a resolver dudas y ayudar en la medida de lo posible.
El funcionamiento es bastante sencillo. ¿Podría ser mejor? Seguramente, podría ser algo más dinámico y permitir hacerlo todo en una especie de ‘ventanilla única’; pero tampoco son trámites demasiados complejos. Si vamos por pasos, lo primero que debemos hacer es ver las armas (cada arma, un lote), anotar los detalles del lote que nos resulte interesante, y después, acudir a pedir los formularios de “ingreso de reserva”. Con toda esta documentación, se va a cualquier entidad bancaria cercana y se ingresa el 25% del valor de salida por cada lote. Una vez tenemos los formularios sellados por la entidad bancaria acreditando el ingreso, volvemos a la subasta para realizar las pujas en otro mostrador. Cada lote requiere un sobre con una puja.
Por último, en este caso este pasado lunes 23 de febrero, se procede a la apertura de todos los sobres y se dan a conocer los resultados de la subasta.
Impresiones
En rifles, destacaría algún Browning semiautomático en calibre .300 Win Mag, un Mannlicher soberbio y un Sako de caja larga en .30-06.
En escopetas semiautomáticas, debo decir que había mucho modelo de gama media-baja, también alguna Benelli bastante machacada… y poco más. Había también 3 o 4 escopetas de corredera, que despertaron en mí más curiosidad que utilidad cinegética. Justo arriba de este párrafo os he dejado una foto de un “bicho raro”, una Benelli de diestro con culata para ojo director zurdo. Poquitas como estas se ven…
(Mi amigo Pablo estaria encantado con esta escopeta... sufre de ser diestro con el ojo director zurdo...)
En escopetas yuxtapuestas (paralelas), también había mucha escopeta machacada, incluso alguna en estado peligroso para su uso, bien por culpa del óxido, o bien porque presentaba algunas abolladuras severas. La mayoría estaban bastante “rozadas”, pero sin holguras aparentes. Y entre tanto hierro en horas bajas, por fin me encontré con alguna ¡joya! Concretamente, era una espectacular pareja de escopetas Purdey, al increíble precio de 1.000 euros de salida cada una. Realmente, 2.000 euros por la pareja es un precio muy barato (para lo que pueden alcanzar juntas), pero hay que recordar que este es el precio de salida. Seguramente su precio final de venta será sensiblemente superior. También me topé con una Grulla del calibre 20 en buen estado, alguna Ugartechea en perfecto estado, un par de Ayas tocadas, pero interesantes… y poco más.
En el terreno de las escopetas superpuestas, lo que había era bastantes Lauronas y Lanber. En general, en un estado más o menos razonable. Había una Winchester destacable por su bajísimo peso y estado casi perfecto, a un precio de salida también bastante razonable.
En arma corta, aunque no son mi tipo, si aproveché para curiosear. Había unas HK de aspecto fantástico (parecía una partida retirada de algún cuerpo del Ejército) y bastante revólver. Me parecieron muy atractivos unos cuantos revólveres “réplica” de avancarga.
Finalmente pujé por una escopeta Ugartechea con pistolet en estado fantástico. La verdad, es que pujé francamente bajo, pero si toca, es un auténtico chollo. Al final, es mejor no buscar nada demasiado concreto y tener las expectativas bajas. Así son las subastas de armas, siempre son una oportunidad para encontrar algún “tesoro” escondido. Aunque la mayoría de veces no resulte nada fácil.