miércoles, 31 de mayo de 2017

Justo antes del disparo...

Mucho se habla y se hablará de lo que pasa por la cabeza del tirador antes de realizar el disparo.  Obviamente, hay grandes diferencias entre los disparos de caza y los de tiro de precisión o de práctica y también las hay entre los disparos de munición metálica versus los disparos de escopeta.

Sabatti Varmit y Visor Sig Sauer.  Conjunto para disparos de precisión.


Empecemos con los disparos de rifle.  Existe una enorme diferencia entre el disparo de caza en movimiento y el disparo de precisión, sea en campo de tiro o en modalidades de caza en las que el disparo es de precisión (rececho).

Disparos en movimiento


En el caso de la caza en movimiento, montería o batida, en muchos casos los instantes previos son de gran tensión porque ya se ha detectado a la pieza y estamos esperando a que o bien rompa, o a disparar en el momento oportuno.  En estos instantes previos, mi experiencia es que el cerebro esta volcado en agudizar la visión y no somos conscientes casi del arma, solamente: maniobra de encare, valoración y disparo.  Todo ello a gran velocidad, "sin pensar".

¿Cuántos os habéis parado a pensar lo que sucede en vuestra cabeza en estos momentos previos?  Pocos... normalmente la situación es similar al momento en el que tenemos que frenar el coche por un imprevisto, acto mecánico y poco más.  En la caza en montería, podemos estar centrados en vislumbrar el animal o en los limites de seguridad de nuestro disparo, pero no estamos pensando en el disparo en si mismo.
En otras ocasiones donde vemos la pieza a lo lejos y esperamos a que o bien entre al puesto o bien entre en la zona de disparo seguro, aquí nuestro cerebro está realizando ajustes y cálculos, y recordando conceptos aprendidos como, no te quedes atrás...
Volviendo a los disparos rápidos de montería, nuestro cerebro esta volcado en la ubicación del objetivo y en la zona de disparo y no se centra en casi nada mas.  Normalmente ningún tirador es consciente de su respiración y en la inmensa mayoria de los casos, el tirador entra en "apnea", es decir, contiene la respiración durante los instantes previos al disparo.  Cosa que curiosamente es muy recomendada para poder realizar el disparo con la mayor precisión.
Lo curioso es que justo después del lance suele aparecer la descarga potente de adrenalina, que nos hace romper a sudar, leve temblor de manos (o no tan leve!) y esa sensación de respiración acelerada.

Como hemos comentado muchas veces, la clave en este tipo de disparos es la mecanización de la maniobra y esto se consigue con la practica.

Disparos de precisión

En el caso de los disparos de precisión tenemos que diferenciar entre los disparos de caza y los disparos de tipo "deportivo" (a un blanco inanimado).  Este tipo de disparos de precisión requiere una gran concentración y claramente existen dos tipos de tiradores, los que podríamos llamar tiradores monteros o tiradores puros de rececho.
El tirador de montería suele aguantar menos tiempo el disparo, centra la pieza, valora el objetivo y en el momento que quita el seguro y apoya el dedo indice en el gatillo, en menos de 2 segundos habrá hecho el disparo.  El recechista puro sin embargo, no le importa que la pieza se mueva o incluso se pierda, porque busca el disparo mas perfecto posible.  Normalmente prepara su disparo con mucha atención:  el mejor apoyo posible, mucha observación previa, medición de distancia de manera detallada, dirección e intensidad del viento, posición del animal... esperará a que el animal se coloque en la manera perfecta e incluso que agache la cabeza para comer y dejará que el animal lo realice varias veces hasta estar seguro que no se va a mover.  En esos momentos, el tirador de precisión, conecta con el objetivo via el visor y se aísla de casi todo, solamente existe la visión que proporciona el visor.  Respiración profunda, acompasada, apoyo firme y confortable... a esto le sigue una apnea y realización del disparo, buscando la estabilidad absoluta y la colocación quirúrgica del disparo.
La gran diferencia entre un disparo de rececho y el disparo a un blanco estriba en que siempre hay una mayor excitación ante un animal que ante un blanco (salvo en situaciones de concursos o premios etc).  Esto hace que normalmente los disparos al blanco en campo de tiro sean los mas precisos, mas que nada por un estado mental y el temple de los nervios, siempre basado en la práctica y la experiencia.

Realmente para cada modalidad, existe un "ritual" y por tanto un estado mental previo al disparo mas adecuado.  En la montería o caza en movimiento, siempre se da la circunstancia de la velocidad, la intuición... digamos que el disparo es casi eléctrico.  Por contra, el disparo en rececho es todo preparación y el disparo es una parte mas del ritual, donde la quietud y la precisión lo son todo.

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