miércoles, 29 de noviembre de 2017

Robando Reses

Comentaba con mi amigo Raúl un incidente desgraciadamente muy común, el "robo" de reses.  Y digo robo porque según la RAE, robar tiene este significado entre otros: "Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea".

Todo montero sabe que la res es de quien hace la primera sangre y que es obligación moral rematar las reses heridas.  Pero rematar, aunque rime con arrebatar, no se debe confundir.  Desgraciadamente, no son pocas las situaciones en las que hay discusión, y no es negativo discutir la propiedad de la res con educación y mesura y siempre, en el campo.  El postor, si es que hace de postor de verdad y no de "postizo", debe involucrarse y ser arbitro y juez.  Si es necesario, y en el campo, se realizarán todas las averiguaciones necesarias, rastro de sangre, apertura de la res para ver los disparos, consultar a otras posturas... lo necesario para que ambos monteros se queden satisfechos con la decisión tomada.
Indudablemente siempre habrá un montero que se quede con el "berrinche", pero siendo sinceros... quien pondría una boca de jabalí colgada si no es suya con la certeza de haber sido "robada"?

Los perros de sangre suelen resolver muchas disputas...

Las claves


  • Examinar el animal para localizar los impactos y determinar si tiene al menos dos impactos identificables.
  • Determinado que tiene mas de un disparo, lo primero es ver si la ruta de un puesto a otro es "real y posible", porque las reses no se "teletransportan" y menos heridas, aunque si pueden  recorrer grandes distancias.
  • Ante la duda, siempre calma y educación.  Buscar la sangre del primer disparo y su rastro hasta el segundo puesto.  Si hay rastro hasta la res, no hay duda, la res es de la primera sangre.
  • En ocasiones la res sangra durante unos metros y luego cesa su sangrado derivando en un goteo o incluso en ocasiones, no encontraremos ni gota de sangre por la ubicación del disparo (por ejemplo en los pulmones, aunque no suelen recorrer muchos metros).

Las tretas de siempre

  • Los hay que ante la duda, disparan dos veces a la res para justificar los impactos en el animal.  Se trata de un comportamiento vergonzoso y nada digno de un montero.
  • Los hay que todo lo que han disparado lo han pinchado... y la realidad es que se falla mas de lo que creemos.  Se busca la sangre y de no haberla, el impacto en el animal y ver si es real que no haya dado sangre.
  • Los hay que directamente se apropian la res utilizando un lenguaje que ya delata la culpa... "esa res que has fallado, la he matado yo"
  • Los hay que no esperan y marcan la res directamente.
  • Hay postores que se lavan las manos o que no se involucran.  Esos realmente son "impostores" mas que postores...
  • El colmo es los que con el cuchillo tratan de abrir el disparo para esconderlo en forma de cuchillada de remate...
No hay nada mas triste que apropiarse de una res que no es nuestra.  Se nos supone a los monteros muchos valores, pero la honradez, la gallardía y la educación, deberían ser de los mas importantes.

1 comentario:

  1. hay muchos que necesitan demostrar que son unos tiradores de primera y justificar sus asistencias en monterías en forma de resultado. Como veréis no utilizo la palabra cazador para lo anterior. NO hace falta que lo explique.

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