Intercambiaba mensajes con mi amigo Antonio Perez Maura sobre una jornada inolvidable de caza en Picos de Europa detrás de uno de los animales mas preciados, El Rebeco...
Creo que es importante poneros en contexto sobre Antonio para que entendáis la profundidad, la dedicación y el cariño que Antonio tiene por el campo y la caza. Antonio es el cazador tradicional y clásico por excelencia. Elegante es su aspecto, meticuloso en su preparación, respetuoso, precavido, educado e infatigable. Personalmente, me parece el cazador ejemplar.
El caso, es que, aunque le gustan todas las modalidades de caza, siempre guarda tiempo en su agenda para acercarse tras los pasos del rebeco. Y este año, compartía conmigo, lo que a mi me gusta llamar, el "lance completo", que comienza con la preparación del arma y del viaje y termina con el relato...
Hoy rompo una regla que es contar "de segunda mano", pero creo que el "lance completo" lo merece...
Todo empezó con una discusión sobre que arma portar a este rececho. Recuerdo que hablábamos porque Antonio estaba considerando añadir un buen arma de rececho a su armero. Hablamos de calibres y a mi el 270 WSM me parece la combinación perfecta...
Pasaron las semanas y veo que finalmente decide confiar el lance a su viejo Mauser en calibre 30-06. Arma pesada aunque solida y precisa como pocas. La cabezoneria de Antonio fue utilizar su visor de montería, con 6 aumentos! Peregrinó por armerías en Madrid para ponerlo a tiro a 200 metros y nadie recogió su encargo...
Aquí empezó a hacer gala de su tesón y se propuso ponerlo a tiro el... 30-06 no es el mejor calibre para este tipo de caza, pero a 200 metros es completamente letal, y a 300 y a unos cuantos metros mas... sigue siéndolo... Lo que no es el mejor compañero de rececho es un visor con 6 aumentos... Llevaba un bípode plegable acoplado a su rifle...
De hecho, necesito unas cuantas balas para ponerlo a tiro, porque a 200 metros, la diana la veia como casi un punto blanco en su visor!
Se preparó a conciencia, y se copió una tabla balística para saber caída y desviaciones en función de la distancia.
Allí que se fue Antonio, cargado de ilusión y con la confianza depositada en el viejo Mauser... Tal y como lo narraba, seguro que el peso de su Mauser se le hacia ligero mientras subía las verdes pendientes de los Picos... Llegado el momento, rastreo su pieza, la observó detenidamente, se tumbó en el suelo sigilosamente... ayudado de un telémetro, calculó la distancia.... mas de 350 metros.... 150 por encima del "cero" de su rifle....necesario elevar su disparo en 45 centímetros... haciendo uso de su chuleta, calculó la elevación... apretó el "pelo" de su rifle (El pelo es un doble gatillo que lo que hace es reducir la presión necesaria para realizar el disparo sobre el gatillo del arma, transformado esa presión en la necesaria para mover un "pelo", de ahi su nombre)... y efectuó el disparo... la bala necesitó casi medio segundo para llegar al objetivo... segundos después del disparo, el eco le devolvia el trueno de su disparo.... el Rebeco había caído!
El caso es que aparte de mi alegría por el lance, me alegra ver que el tesón y el esfuerzo, dan sus frutos... porque la caza es tan apasionante como lo es el viaje del lance... los pasos que se dan hasta poder poner el culmen... Se enfrentó a la nueva tecnología, a los nuevos calibres, a los visores potentes y de nitidez cristalina.... y triunfó.... triunfó el viejo mauser, que una vez más tronó en los montes Españoles...
Por cierto, el Mauser iba "ayudado" por unas Norma en 150 grains...
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