jueves, 21 de septiembre de 2017

A los jóvenes no les gusta la caza...

Carta de mi buen amigo Nacho Rivera de www.elabogadodelcazador.es

Recientemente hemos sabido que La Oficina Nacional de la Caza había pedido al Parlamento Europeo acciones dirigidas al relevo generacional en la actividad cinegética.
Hace ya algunos años que somos testigos, al menos la cuadrilla con la que cazo habitualmente, que no es fácil encontrarse cazando a personas jóvenes, o al menos, acompañando a padres o parientes.
La cuestión que ahora planteamos es bastante preocupante y de no fácil solución, La juventud actual, en mi opinión, se encuentra más preocupada u ocupada en actividades más urbanas y menos implicadas con el entorno de la naturaleza.
Creo que varias son las razones que explican dicho comportamiento y opino que mucha culpa de ello la tenemos los mayores, que no hemos sabido o querido, implicar a los jóvenes en el amor a la naturaleza y, en concreto, a los valores que, sin duda, comprende la actividad de la caza.
Varias son las razones que desmotivan a los más jóvenes a inclinarse por el mundo de la caza. En primer lugar, la propia desmotivación de algunos de nosotros al producirse una reducción muy considerable en las especies cinegéticas. Ello, y que cada vez más alto coste del ejercicio de esta actividad.
La reciente crisis económica ha obligado a muchos a abandonar esta pasión nuestra por el coste que supone su práctica. La consecuencia es clara, si el padre no caza, lo más probable es que el hijo tampoco se sienta atraído.
Otra circunstancia es el desmedido interés de los jóvenes por el mundo virtual y todo lo relacionado con redes sociales, consolas, comunicación vía whats app, etc… Resulta mucho más atractivo liarse todo el día con la “play” que pegarse el madrugón para ir a una montería en la que, muchas veces, ni siquiera conseguimos ver pelo.
No podemos ignorar igualmente la general pérdida de valores que alcanza igualmente a los que proponemos desde el mundo de la caza.

De igual forma, las nuevas corrientes, denominadas “animalistas” y su filosofía en contra de la caza y todo lo relacionado con ella, ha calado de forma decisiva en los jóvenes, hasta el punto de que, quien escribe estas líneas, ya no exhibe con tanta vehemencia su condición de cazador según en qué lugar y con quien se encuentre.
En fin, aún recuerdo con ilusión cuando acompañaba a mi padre el día de la apertura de la media veda, en que no conseguía “pegar ojo” la noche anterior y salíamos a primerísima hora de la mañana, aún de noche, para estar en el cazadero en cuanto despuntaban los primeros rayos de sol.

Confiemos en que poco a poco seamos capaces de inculcar a nuestros hijos, sobrinos, nietos, etc… la pasión por la caza, el amor a la naturaleza y el respeto por las especies.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muy acertada tu reflexión. Por un lado lo costoso de esta actividad y los sacrificios en forma de madrugones hace que muchos jóvenes no se animen. Pero bueno, cuando yo empezaba también había trabas para empezar y aquí seguimos. Afición es lo que falta entre unos jóvenes poco acostumbrados al sacrificio y que solo busca el resultado instantáneo. También tengo que decir que en mi coto se ven jovenes que se inician en la caza, la mayoría no con arma, sino más bien con perros de agarre para el jabalí. A la caza menor cada vez hay menos jovenes a los que les interese, por lo menos donde cazo. El tema animalista, está haciendo mucho daño, confundiendo a la sociedad sobre nuestra afición. Saludos

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    1. Que razón tienes Carlos! Curioso que cada vez es mas exclusiva la caza menor y encima cada vez hay menos y sin embargo que cada vez hay mas mayor...

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