este sábado disfruté de una montería muy divertida y bien organizada en Los Yebenes, en compañía de Adolfo, un buen amigo, amante de las buenas monterías.
El monte estaba precioso, nubes amenazaban lluvia, campo muy mojado... Lo primero, 6 kilómetros por pista, toda una prueba para el coche. Mucho barro, desniveles, charcos que parecían pequeños lagos... Prueba superada y siempre divertida!
En la finca, el paisaje era sobrecogedor, una belleza casi mágica! Los montes de Toledo son una joya para los amantes de la naturaleza. En la finca, se criaban caballos, y la estampa de ver pasar una centena de ellos al galope, me hacía pensar que estaba en medio de un documental de National Geographic!.
Unas grandes hogueras nos daban la bienvenida, humeantes, cálidas... un precioso contraste con el frio que se "respiraba" junto con el viento que amortiguaba y camuflaba el ambiente. Nubes grises, oscuras, densas, amenazantes...
Entramos en una nave acondicionada para la ocasión, un almuerzo estupendo! Justo después, sorteo de armadas y puestos... Parten las primeras.
Adolfo y yo, compartimos puesto y nos toca el sopié. Nos apretujamos en la parte de atrás de una pickup que ha conocido años mejores y nos dejan literalmente en el puesto. Un cortadero con buena visibilidad de la montería, pero de tiradero corto, máximo 20 metros.
Hay demasiado viento, de hecho viene en todas las direcciones. Sentimos un movimiento a nuestras espaldas... el corazón late acelerado... finalmente, con tanto aire, dejamos de sentir el movimiento... se ha girado!
Aparecen los primeros perros, ansiosos, blancos, centrados en su tarea... Poco después salta una cierva pero el disparo no es seguro, así que dejamos pasar.... Se oyen muchísimos disparos, debe estar siendo un éxito! Nos pasa un amigo "maese zorro" a nuestra izquierda, pero lo dejamos pasar... Poco después sentimos y vemos movimiento en frente nuestro... es mi turno con el arma... Ciervo! me sale de la boca... aun no le veo la cabeza, pero tiene tamaño... lo dejo cumplir, viene rompiendo el monte... y le veo ya la cabeza, es una cierva... encaro, dejo cumplir, viene acosada por los perros, la sigo con la cruz en su sitio, y en medio de la traviesa, en el punto "seguro", efectuó el disparo... fulminada cae ya inerte...
El viento anula nuestro oído, estamos sordos, lo que en un cortadero, limita muchísimo y disminuye el disfrute... Casi al final, mi amigo Adolfo, esta preparándose para recoger, y le digo, espera que siempre hay sorpresa final... efectivamente, siento movimiento a nuestras espaldas... Cierva! La sigue, y en el punto seguro, disparo... no cae fulminada, pero el disparo es letal...
Nos recibe un generoso aperitivo de vuelta a la casa... lances, oportunidades perdidas, anécdotas...
Unas alubias, y ver la alfombra, que es generosa, aunque me da mucha rabia ver animales que le faltaban al menos dos años para estar en esa alfombra... Alguno viene sin cabeza... en fin... que siempre hay individuos que dan mal nombre al colectivo, que nunca deberían poder cazar... cazar no tiene nada que ver con matar de forma descontrolada o todo lo que se nos pase por delante... cazar no es eso... Pero claro, quien no entienda lo que quiero decir, no podrá entenderme por más que se lo explique...
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