Este fin de semana, he tenido la suerte de participar en una suelta de perdices y algún faisán. Había practicado esta modalidad de caza en alguna ocasión pero con palomas.
Realmente la jornada consiste en dos momentos, primero se caza en puesto y después se da una mano al campo para ir sacando la caza que no ha sido abatida.
Comenzamos sorteando los puestos y acordando los cambios de puesto. Cualquier animal tiene sus querencias y es normal que al soltarlos, estos busquen "seguridad" o escondite, o sin mas una via de escape. En el caso de las perdices, asumía que buscarían o zona de intenso follaje o bien descender volando por algún valle o barranco. Se sitúan los que van soltando los animales en una zona en alto, y en circulo a unos 800-100 metros, se colocan los puestos (previamente marcados). La suerte una vez mas, me otorgó el puesto número 1.
Una vez estábamos todos situados, se avisó del comienzo y empezaron a soltar perdices de una en una, con una cadencia constante de soltar una cada 5 segundos. Comenzamos a ver sus vuelos, algunas buscaban altura, otras, buscaban posarse rápido y un buen grupo de ellas, buscaba descender a la zona baja del área de caza donde me situaba yo, en compañía de mi amigo Ian. Ignacio estaba ubicado en el puesto 4, una pena no estar mas cerca porque siempre es divertido avisarse e incluso "picarse" con los lances.
Entre varias perdices, soltaban algún faisán... imponente animal. No es que las patirrojas sean un animal humilde precisamente, pero es que los faisanes macho son escandalosamente bellos.
Enfrente esta primera fase con una semiautomática con choke de 3 ***. Cargaba en mi primer disparo un Remington Express Long Range en 6. La verdad es que me sigue pareciendo un cartucho impresionante que alarga el disparo muchísimo! Mi segundo y tercer cartucho eran los JG Especial Caza en 34 gramos con plomo de 7, demoledor, suave y de aspecto imponente. Ambos cartuchos, y a lo mejor es cosa mia, transmiten confianza al cazador. Uno piensa, llevo un buen arco, las mejores flechas,... no hay razón para fallar!
Después de rotar por 3 puestos mas, la verdad es que aunque la suelta no era un "ojeo", vimos muchos vuelos y cabriolas de las patirrojas, Todos los cazadores demostraron mucho respeto hacia los animales, dejando a los animales apeonados para o bien los perros, o bien la rebusca, y en general, se tenia mucha seguridad entre los cazadores.
Una vez recogidas las piezas, nos preparamos para la segunda parte de la jornada, preparar los perros y salir a dar un par de manos al campo, cazando todos en linea. Aquí cabe destacar la diferencia entre un verdadero perro de caza y un "rantaplan"... de hecho, llegue a ver como dos "perros de caza" pasaban pegados a una perdiz que se encontraba a "peón" y ya no es que no la oliesen, es que ni si quiera la veían... Uno de los cazadores, "Luisma", cazador avezado, simpático y de manos como "chuletas de buey", tenia un precioso, yo diría, perdiguero de pelo largo, negriblaco... Marcaba las perdices estupendamente, de hecho nos levanto dos fenomenales...
Para esta segunda parte de la jornada, opté por mi Laurona superpuesta. Sacrifiqué el tercer disparo, por mi fiel compañera de 1 y 3 estrellas. La zona de rebusca era una arboleda con pinos maritimos y encinas frondosas, así que para mi era preferible disponer de un 3 estrellas de confianza y 1 estrella para las que se me marchasen, quizás algo largas. Cargaba JG 34-6 Especial Caza en el caño inferior de 3 estrellas, y los Remington Express en el caño inferior de 1 estrella.
Al rato de caminar y disfrutar de la labor de un buen perro, no sale una patirroja con salida aleateada y potente... Yo cazaba en la parte baja de una ladera, de hecho, casi en el lecho de un riachuelo... La perdiz sale de izquierda a derecha, en vuelo plano, levemente descendente... Un disparo cruzado... sigo la perdiz con el cañón, la adelanto, prefiero asegurar el disparo, muevo mi dedo indice derecho al gatillo que acciona el caño de una estrella... adelanto la perdiz unos 50 cms, fuego! nube de plumas, la pediz cae fulminada... Seguramente el encuentro entre el animal y los perdigones se produjo a unos 25 o 30 metros... En este caso, el Remington ha sido demoledor... demasiada concetración de impactos en el animal. Error mio al disparar con este cartucho en choke de 1 estrella a esta distancia...
Finalizamos el dia almorzando todos juntos, con hoguera y al rededor de la misma, comentando los lances y algunas bromas. Finalmente repartimos las piezas, y cada mochuelo, a su olivo... Tanto Ian, como Ignacio, como yo, volvemos sonrientes en el coche... una buena jornada de caza.
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