miércoles, 27 de abril de 2016

La Monteria Española explicada

Los españoles somo pasionales por naturaleza y vivimos la caza de manera pasional y apasionada. Las especies de caza mayor en españa son: Jabalí, Ciervo, Gamo, Corzo, Cabra Montesa, Rebeco o Sarrio, Zorro, Lobo, Arruí etc...
La caza mayor en España se realiza en las siguientes distintas modalidades:

  • Rececho.  Seguramente la modalidad de caza mas pura y atávica.  Consiste en buscar al animal, observarlo, esperar al mejor momento y abatirlo.  Se caza animal por animal y solo se caza con un arma.
  • Espera nocturna o aguardo.  Solamente se caza el jabalí en esta modalidad.  Consiste en esperar al jabalí durante la noche.
  • Montería.  La modalidad de caza por excelencia en España.  Se caza con puestos fijos, estratégicamente posicionados con antelación a la caceria.  Se introducen rehalas (grupos de unos 25 perros especializados en esta modalidad) que son las que mueven la caza por la mancha (se denomina así a la zona a cazar).

Es importante seleccionar con atención la montería a la que queremos asistir.  Siendo extranjero, debemos prestar especial atención, ya que España es un país muy turístico, y se tiende a cobrar de mas a los turistas...

Consideraciones Previas

  • En la montería, los lances se producen en movimiento, es decir, se dispara a reses a la carrera y normalmente son disparos a media distancia (un máximo de 150 metros).  En este tipo de caza, priman los calibres de mucha parada versus los calibres de gran velocidad y buena rasante.  
  • Se dispone de poco tiempo para encarar el arma y los disparos son rápidos.
  • No se suele andar demasiado hasta el puesto, pero algo hay que andar.
  • En una montería normal, se puede llegar a disparar hasta 10 o 15 veces con mucha suerte, aunque muchas veces se vuelve uno a casa sin haber disparado.
  • Las zonas de caza no suelen ser terrenos limpios, por lo que ver la pieza no suele ser una tarea fácil.
  • Aunque es España, se caza en Otoño e invierno, puede hacer frio, viento o puede llover o nevar.
  • Se permanece en el puesto unas 4 horas y no se puede desplazar ni abandonar el mismo bajo ningún concepto.
  • Las rehalas son conducidas por los rehaleros que aunque van vestidos de colores llamativos, avanzan por la mancha avisando de su presencia mediante gritos o incluso alertando a las posturas de la presencia de alguna res.
  • Los puestos están numerados y una "hilera" de puestos compone una Armada.  De tal manera que cada puesto queda identificado con el nombre de la armada y el número de puesto.
  • Los postores son cazadores que "trabajan" en la monteria.  Estos van colocando las armadas, puesto a puesto y pueden aconsejarnos sobre donde tirar o no.  Asi mismo, serán los que nos recojan del puesto una vez acabada la jornada.

el dia de la Monteria


Los cazadores suelen ser citados para el desayuno o almuerzo y sorteo a las 9 de la mañana.  Al llegar, nos acreditaremos en la mesa de Orgánica para verificar que estamos presentes e inscritos.
Normalmente, mientras van llegando otros cazadores, se desayuna.  Este es un momento de "dulce espera"...  Se saluda a amigos, y se siente la ilusión contenida por el día que nos aguarda.  El desayuno típico suele consistir en unas migas de pastor con huevo frito, acompañadas de vinos recios.  Pocos manjares hay tan deliciosos como las migas de una montería.

Terminado el desayuno, se procede al sorteo de los puestos.  Este suele ser un momento de máxima espectación, porque los puestos son por sorteo y nunca se sabe si nos va a tocar un puesto a nuestro gusto o si quizás nos toque en suerte un puesto por el que vaya a pasar mucha caza.  La modalidad más común suele ser "sacando bola" (aunque hay muchas alternativas en este sentido).  Cada cazador ha sido asignado un número por los orgánicos.  Se saca un número, y la orgánica llama al cazador que tiene ese número.  Éste se aproxima a la mesa de la orgánica y elige un sobre cerrado sin marcas  (cada puesto de cada armada va en un sobre).  Se abre el sobre allí mismo y se notifica a la orgánica la armada y puesto y ellos nos identifican al postor que nos llevará a nuestra postura.

Concluido el sorteo, se conforman las armadas y el orden de salida.  Para entendernos y de manera sencilla hay dos tipos de armada: los cierres y las traviesas.

  • Cierre.  Estos puestos son los que delimitan la zona de caza.  Estas son las armadas que primero se colocan, para evitar que con el ruido de los vehículos y cazadores entrando en la mancha las reses se muevan y abandonen la zona a cazar.
  • Traviesa.  Estos puestos se situan en medio de la mancha y son los últimos en colocarse.
Suele ser conveniente informarse con el postor sobre el tipo de puesto que nos ha tocado en suerte.  Los hay de tiraderos despejados y largos (en cuyo caso es recomendable llevar visor y una vara para apoyar el rifle, ya que realizaremos disparos largos) y los hay de cortadero, disparos a cortisima distancia donde se caza mas de oído que por vista.  Oiremos a la res acercarse y dispondremos de poquísimos segundos para realizar el disparo.  En estos puestos, el visor o la vara de apoyo no son realmente útiles.

Hacia las 10.00 (las monterías mas madrugadoras) las armadas emprender el camino a las posturas, casi siempre en coche.  Puesto a puesto, el postor irá colocando a cada cazador (y acompañante si lo hubiese) señalando por donde entraran los perros y donde podemos y no podemos disparar.  Esto se suele hacer de la manera mas silenciosa posible y suele ir acompañado de comentarios en baja voz deseándonos suerte.

En el puesto, lo primero, divisaremos a los puestos vecinos y haremos señas para asegurar que nos ven y les vemos.  En las mejores ocasiones, los puestos no se ven entre ellos y esto aporta mas seguridad.  En este momento, cargaremos el rifle lo primero y observaremos los posibles "pasos" de la caza, gateras, senderos, huecos... Esto nos hará identificar las zonas mas probables por las que la caza puede aparecer.
En estos primeros minutos, cuando aun no hay perros, se suele mover el campo bastante y nos dará la primera oportunidad de ver animales y quizás tener el primer lance.  Son momentos de gran emoción donde la adrenalina se apodera de nosotros y nos parece sentir movimiento en cada mata.

Una vez se ha colocado todas las armadas, comienza la suelta de las rehalas.  Este es otro momento mágico de la montería española, comienzan las ladras de los perros que comienzan a invadir la mancha.  Estas primeras ladras son asiladas y responden a la excitación de los perros por la caza.  Conviene estar atento a sus ladras que normalmente, como notas afinadas, nos avisan de lo que esta pasando en otras zonas de la mancha.  Cuando varios ladridos se juntan, y se agudiza su ladrido... ese momento mágico es una clara señal de que los perros están tras algo, no es rastro, es que tienen a la res a distancia y comienza la persecución.  En muchos casos y con las rehalas de más categoría, son los propios perros los que atrapan al animal y se produce el agarre.  Varios perros comienzan a inmovilizar al animal hasta que finalmente alguno trata de hacer un ataque mortal.  Tanto los ciervos como los jabalíes suelen presentar dura batalla y no regalan nada, en primer lugar tratan de escapar a la carrera, proporcionando preciosos lances a los monteros.  Estos animales no van "de paseo", va rompiendo el monte a toda la velocidad de la que son capaces.  Los animales heridos o mas taimados y viejos, terminan presentando batalla.  Un agarre con un macareno, puede acabar con la vida de varios perros en cuestión de segundos.  En estas ocasiones o los rehaleros o los propios monteros son los que deben concluir la situación entrando a matar a cuchillo.  Nunca nunca nunca se dispara sobre reses en agarre.  Primero por la posibilidad de herirnos a nosotros mismos o a los perros y segundo porque produce un efecto devastador en los perros y muchos de ellos cogen miedo a los agarres.
No son situaciones fáciles, de hecho son pocos segundos de gran riesgo.  Es importante medir la situación, y si no lo vemos claro, esperar a que llegue quien sepa hacerlo.  Se trata de terminar con la vida de la res de la manera mas rápida y evitar el riesgo y el sufrimiento para el animal.  Se busca el corazón con el afilado y largo cuchillo de doble filo del montero.

En estas carreras de los perros, la caza se va moviendo, produciendo que las reses pasen por las posturas y den opciones de lance a los cazadores.  Los perros suelen dar una pasada de ida y otra de vuelta, asegurando que se mueve toda la caza por la mancha.

Llegando al final de la jornada, hacia las 3 o 4 de la tarde, comenzaremos a oir el sonido de las caracolas de mar... la llamada a recogida de las rehalas.  Veremos desfilar a los perros de caza por excelencia en España, cansados, maltrechos, con sangre y heridas de la batalla..  los héroes del día.

No nos moveremos de nuestra postura hasta que el postor nos recoja de nuestro puesto y nos indique que podemos recogernos.  Emprendemos el camino de vuelta a la casa para comer y realizar la "junta de carnes".  Este viaje suele ser momento de intercambio de lances o preguntas sobre si has visto este jabalí que iba a tu puesto o has pegado muchos tiros (o ninguno!).

La comida suele ser un plato de cuchara, caliente y nos ayuda a entrar en calor y recuperarnos de la jornada.  La comida suele ser momento de intercambio de lances y opiniones, siempre hay algún crítico con la organización... también es donde comienzan las "famosas mentiras del cazador"... disparé a 80 metros... y según van pasando los dias, la distancia cada vez era mayor y el trofeo mucho mayor!

Son jornadas de sentimiento, pasión y 5 sentidos puestos a prueba en cada instante.  La montería española es la caza ancestral española por excelencia...  Seguramente una de las experiencias de caza mas trepidante que se pueden vivir, si no la conoces y eres cazador, debes probarla...


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