lunes, 1 de septiembre de 2014

Tirada de Paloma - Sierra de Madrid

Buenas,

este Sábado, fui a tirar palomas a mi coto en la sierra de Madrid.  Zona bonita de montaña, poca siembra, mucha encina, piedra, rastrojo y pino marítimo.  Aparqué el coche a las 07.30 horas y comencé el ascenso a "cuerda" situada en la cima de una "sierrilla".  El terreno, aunque limpio, no tenía senderos y era bastante pendiente.  Como decían en Guadalajara, era bastante "pino"...

(El zurrón de mi padre, fiel compañero de caza.  Tiene bastantes mas años que yo, pero no lo cambio por nada)

No llevaba demasiados cartuchos, unos 50, todos ellos de distinto gramaje y marca para probar distintas opciones, como comentaba en mi post anterior.

Fui viendo movimiento y oí disparos en la cima, así que fui buscando algún sitio a media ladera para poder colocarme.

Se trata de encontrar una especie de "promontorio", con buena visibilidad, pero protegido para no ser "esquivado" por las Torcaces, que son principalmente las palomas que se ven en esta zona en esta época del año.

Finalmente, encontré un sitio con buena pinta, busque una piedra para acomodarme y a esperar.  Veía pasar grupos pequeños de 3 o 4, largas.
Claramente las palomas venían ya con altura para pasar la cima y las veía pasar, y luego oía los disparos de mis más madrugadores compañeros de jornada.

Alguna se fue descolgando y bajando al valle, y esas eran las mías.  Aunque las ganas apretaban, la idea era no tirar cuando es difícil hacer blanco o fácil dejar la caza herida.
Finalmente me entraron un trio estupendo a pocos metros, pero directamente de "sopetón".
(aqui vienen 4, solo una me entró de verdad)

Había puesto choke de 1* y quizás era demasiado cerrado, esperaba tiros largos y estas, me pasaron a 15-20 metros.  La primera se convirtió en una nube de plumas y callo a plomo, la segunda, la aguante un poco más y también callo fulminada, la tercera se me había alargado demasiado...

Pasaron varias más, largas también.

Para las 10.00 se veía poco movimiento, pero aún quedaba alguna por pasar.  Las menos madrugadoras, aparecieron a las 10.30, volando entre árboles, difíciles de ver.  Su objetivo era quedarse entre los árboles, como dormidero de medio día.

A eso de las 11, a cobrar las pocas piezas que había visto caer (conviene marcar el sitio donde han caído).
Para las 12, comencé a descender, el calor ya apretaba.  El descenso se hace complicado, entre el calor y la pendiente pronunciada....

Al final, no disparé demasiado, pero me parecieron mas apropiados para torcaces, 34 - 6 o 32 - 6.  7,5 Muchas plumas pero o le das perfectamente, o a 35 metros, se van heridas.

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