miércoles, 2 de marzo de 2016

Preservar las armas despues de la temporada ¿Hora de visitar a nuestro armero de confianza?

Con el final de la temporada general de menor y mayor, es tiempo de revisar nuestras armas.   Lo suyo es limpiar y engrasar (levemente) las armas después de cada evento cinegético.  Finalizando la temporada, es momento de revisar las armas y revisarlas y/o ajustarlas si fuese necesario.

Armero de ensueño

Para las armas con pocos disparos, suele ser conveniente que visiten el armero, aunque solo sea para una inspección rápida, cada 2 años.  Unas comprobaciones básicas pasan por verificar que el cierre es perfecto, sin holguras ni "ruidos" raros y evitar óxidos no detectables a simple vista.  En el caso de paralelas, superpuestas o rifles express, una prueba muy evidente es abrir el arma y una vez abierta, ver si hay holgura de los cañones de lado a lado o a iniciar el cierre si hay zonas donde va mas suave, casi suelto, y zonas donde se agarra mas.  Si este es el caso, lo recomendable es realizar una visita al armero para que la ajuste.

En el caso de escopetas semiautomáticas, y rifles semiautomáticos desmontar y limpiar a conciencia con líquidos disolventes especiales para armas y luego, una vez secas, engrasar con "cierta" generosidad.  Comprobar las piezas con desgaste y potenciales ruidos por ejemplo, al agitar el arma una vez montada (solo debería sonar el pistón, estando la escopeta inmaculada, en las escopetas que lo utilizan). Si oyes otras piezas, al armero!  Este tipo de armas no suelen dar "aviso" de fallo inminente por lo que es conveniente llevarlas al armero cada 2 años como máximo.  Las roturas mas habituales son en los muelles de la teja o en los muelles del grupo del gatillo.  La limpieza evita roturas prematuras, pero una revisión puede evitarnos el disgusto de quedarnos sin cazar a media jornada.

En los rifles de cerrojo, comprobar el juego del cerrojo y revisar holguras con el cerrojo abierto de lado a lado y de arriba abajo (sin forzarlo).  Limpiar el cañón por dentro con disolvente para cobre y plomo (suele oler bastante mal!) especial de armas.  Dejar actuar el producto durante unos minutos, limpiar, secar y engrasar sin miedo.

Al guardar las armas, es conveniente, primero seguir la legalidad y guardarlas fuera del alcance de cualquier otra persona (en un armero o similar), siguiente, asegurar que es un ambiente seco y sin humedad, (hay quien deposita un poco de arroz en la base del armero para que seque el ambiente).  No tener miedo de engrasar las armas de manera generosa, ya que estarán con poco uso durante una temporada y esta capa adicional servirá de protección adicional.  Este exceso de grasa lo retiraremos previo al primer día de caza o tiro.  En uso, tan malo es una falta de grasa como un exceso (porque actúa de imán con el polvo y la suciedad).

Para las culatas de madera, aceite de linaza!  Es sorprendente como devuelve el brillo a la madera con un par de pasadas y trapo.

Por ultimo, almacenar la munición en un lugar seco y que no vaya a coger altas temperaturas y también fuera de alcance de otras personas.  Siempre alejado de las propias armas para mayor seguridad.


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