lunes, 17 de octubre de 2016

Evaluar la pieza antes de disparar

Este fin de semana, en el trayecto de vuelta de una estupenda y trepidante monteria en la bellísima zona de Talavera de la Reina, Ian y yo comentábamos sobre este asunto.
La conversación surge justo al acabar la montería cuando Fernando de SpanisHunters comenta con enfado contenido que se ha abatido un bareto.
Se trata de un error o accidente, falta de experiencia o simplemente "avaricia" de un "gatillo fácil"?



Comentaba con Ian, que aunque el puesto sea corto, yo suelo evaluar la res en dos tiempos, aunque sea un tiradero corto.  En ocasiones oimos al animal acercarse y por tanto estamos en posición de alerta y preparados para valorar si es tirable o no.  En otras ocasiones, el animal ha sido silencioso o simplemente no lo hemos oido por el viento o la distancia y nos "pilla" desprevenidos.
Mi manera de enfocar el lance es asumir siempre que no voy a tirar hasta que no vaya pasando ciertas "validaciones":

  • El animal recorre una ruta que me permite un disparo seguro: no está en el viso, no esta alineado con otros puestos, veo donde aterriza la bala (aunque sea lejos).  Si se dan todas estas circunstancias, tengo el OK "mental" para continuar el lance.
  • Primera validación visual de la res: es una especie que puedo cazar en esta jornada de caza (es tristemente frecuente que se disparen corzos en monterias a pesar de la advertencia de no disparar sobre ellos), es un animal adulto?, se puede cazar esta especie y sexo en esta monteria?, he cubierto el cupo?  En caso afirmativo, tenemos otro "OK mental" para continuar el lance.
  • En los dos pasos anteriores, estabamos realizando estas valoraciones visuales y mentales mientras encarabamos el arma.  Momento de "meter" en el visor el animal y realizar una rápida, pero necesaria, validación final del animal.  En este caso valoraremos si ya es una res adulta y si cumple los requisitos para poder ser abatida.  Solo en caso de tener "luz verde", procedo al adelanto corespondiente y disparo.
Estos 3 pasos se realizan de manera practicamente instantanea y de forma secuencial.  Disparar a una res sin estar seguros de su tamaño o "cazabilidad" resulta en muchos casos en accidentes como el presenciado este fin de semana, y que desgraciadamente, acarrean consecuencias (sanciones)  y lo que es peor, abatir una res que deberia continuar viviendo.

Es cierto que en numerosas ocasiones se producen errores de juicio como que una bala atraviese una res y abata a otra que no era objeto del lance o que en el caso de baretos muy jóvenes, se confundan con ciervas en la espesura de un monte cerrado.  En caso de recechos, la pieza se evalúa con mucha atención antes de realizar el disparo.

En el caso de la caza menor, en muchos casos se trata primeramente de valorar si se trata de una especie que podamos cazar y si se trata de un ejemplar adulto o aun se trata de una cría, pero el proceso es identico, salvo que no tenemos la posibilidad de "meterlo" en el visor y la evalucación ha de producirse previo al "swing" de escopeta y durante el mismo.

Pero lo cierto es que estas 3 reglas básicas evitarian mucho disparo que no debia producirse.  En conversaciones con Raul, Javier, Roberto o "Gacelator" (de la armería la Gacela en Ávila), muchas veces resaltamos que no es "mejor" cazador quien mas mata o quien mejor dispara, si no quien es suficientemente maduro como cazador, como para evaluar el lance y la res y dejarla marchar si no se debe disparar con total garantía.

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