El otro día me dirigí a comprar un "colimador" a Jualgo. La intención era poner a tiro mi Merkel/Leica y otro conjunto que quiero preparar para algún rececho o espera.
El objetivo de un colimador es ayudar en la puesta a tiro de un rifle. Realmente la misión del colimador es facilitarnos la vida y ahorrarnos munición.
El colimador funciona de la siguiente manera:
- El colimador se asemeja a una vaina vacía de munición de rifle. La compraremos en el mismo calibre de nuestra arma. De esta manera encajará perfectamente en la recamara de nuestro rifle quedando fijo cuando cerramos el cerrojo de nuestra arma.
- Lleva unas baterías y al hacer contacto, emite un potente haz de luz (láser) que recorre el cañón y ese haz de luz seguirá la trayectoria recta del mismo.
- Recordemos que la bala realiza una trayectoria descendente y este haz de luz sigue la trayectoria recta del cañón. La teoría dice que la idea seria centrar la cruz de nuestro visor con el punto rojo en el objetivo a la distancia que queramos centrar nuestro rifle.
La realidad es que surgen una serie de "pegas" al tratar de centrar un rifle con colimador a 100 metros, la primera es que es probable que no seamos capaces de ver el punto rojo en la diana salvo que tengamos un visor con bastantes aumentos. Sin embargo, es muy muy recomendable para "encontrar el tiro": apuntar a una diana a 25 o 50 metros (donde si veremos el punto rojo) y con el rifle absolutamente inmóvil (mejor si está fijo) corregir la cruz del rifle para apuntar levemente por debajo del punto rojo.
Y aquí es donde viene el truco de armero. Al pedir el colimador, me dice Rubén, mira vamos a hacerlo de la manera "tradicional"... En el rifle de cerrojo... Lo fijó en un buen apoyo y sacando el cerrojo, lo centró en una diana situada a 50 metros... mirando a través del cañón! Lo que viene siendo a "ojo de buen cubero", corrigió el alza y deriva... introdujo una bala, disparo... centrado perfecto!!!! otra para comprobar... PERFECTO!
Si es que uno nunca deja de aprender... máxime cuando hay una persona dispuesta a enseñar, con una sonrisa y que además se ve que lo hace muchas veces al día.
Gracias Rubén.
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